martes, 14 de agosto de 2012

EL DELTA DE L' EBRE UN PATRIMONI NATURAL

El refugio de los flamencos

El delta del Ebro se consolida como la zona de cría de la Península Ibérica 

El flamenco necesita sentirse seguro y tranquilo para nidificar. Si no tiene garantizado el alimento, algún factor externo le inquieta u observa una pequeña amenaza, no cría. En el delta del Ebro esta emblemática ave pasó décadas por el humedal sin reproducirse, hasta que en 1992 realizó un primer intento, aunque fallido. Ahora, este parque natural cuenta con orgullo que este año se ha convertido, con 2.436 parejas, en uno de los dos únicos puntos de cría de flamenco de toda la península Ibérica, junto a la laguna de Pétrola, en Albacete. En el delta han criado 1.200 polluelos y en Albacete, unos 700 pollos.



En los últimos siete años el Phoenicopterus roseus, la especie de flamenco que ha colonizado el delta, ha criado sin interrupción, una circunstancia que destacar en una ave longeva, que puede vivir más de 40 años, extremadamente sensible a los factores externos y que puede subsistir sin reproducirse cada año. "No es habitual que críen cada año en zonas naturales muy humanizadas, estamos satisfechos. Poco a poco se ha establecido la colonia y el delta del Ebro se ha acabado por consolidar como una zona de cría regular", destaca Francesc Vidal, director del parque natural. La creación de la figura de protección del parque natural del delta del Ebro, en 1983, está considerada un hito clave en la recuperación de este humedal como hábitat del flamenco. El paso de personas y vehículos está totalmente restringido en toda la zona de cría, que se concentra en un espacio relativamente reducido, en uno de los diques de las salinas de la Trinitat, en el término de Sant Carles de la Ràpita (Montsià). Las parejas crían todas juntas en núcleos de pocos metros cuadrados, lo que obliga a velar por la tranquilidad máxima. La población, que inicia el periodo reproductor cada mes de abril, ha ido creciendo, hasta pasar de 250 a unas 3.000 parejas.

Veinte años atrás, los técnicos del parque natural constataron por vez primera la presencia de huevos en el delta, aunque la reproducción finalmente fue un fracaso. Aunque es complicado llegar a determinar la causa que truncó la cría, lo más probable es el vuelo de un hidroavión excesivamente cerca de la punta de la Banya, donde sigue establecida la colonia. "Al criar todas las parejas juntas, cualquier molestia por aire o por tierra puede originar un fracaso total", alerta Toni Curcó, biólogo y experimentado ornitólogo. El recuento de la colonia se hace cada año desde el aire, con un vuelo fotográfico a gran altura, para no inquietar a la colonia.
El refugio de los flamencos
El flamenco es una especie que selecciona tipos de hábitat muy especiales, habitualmente lagunas litorales, espacios aislados donde poder criar. "La reproducción de flamencos en Europa está estrechamente vinculada a la producción de sal, es un hábitat con gran valor ambiental", constata Vidal. La facilidad con la que esta ave filtradora puede encontrar alimento convierte las salinas en espacios ideales, aunque sean artificiales. "En los últimos 100 años los flamencos se han adaptado a criar en las salinas, en un entorno artificial, porque en las lagunas dependen de la pluviometría", añade Curcó.

Precisamente, el 2012 no ha sido un buen año para la cría de flamencos en la península Ibérica a causa de la sequía excepcional del invierno. Esta ave de pico, cuello y patas alargadas no se ha reproducido en las marismas del parque nacional de Doñana; de Fuente de Piedra, en Málaga, y de Odiel, en Huelva. Los especialistas lo atribuyen a la falta de agua en las lagunas.

El único punto de cría de la Península este año junto al delta del Ebro hay que buscarlo en la laguna de Pétrola, donde el flamenco no se ha reproducido nunca con regularidad. Hasta los años 1999 y 2000 no criaron con éxito, según datos de la Sociedad Albacetense de Ornitología. Después, no se registró un nuevo intento de cría hasta el 2010. Tradicionalmente, la colonia peninsular más grande se ubica en la laguna de Fuente de Piedra, donde se han contabilizado hasta 20.000 parejas. En las marismas de Odiel, en el 2011 criaron 1.700 parejas.

El parque natural del delta del Ebro efectúa un estrecho seguimiento de los flamencos que crían en sus salinas. Desde el 2004 se anillan cada año unos 400 pollos. El parque forma parte, además, de la red de centros dedicados a la observación y estudio del flamenco en el Mediterráneo occidental, lo que permite saber qué rutas siguen las aves que han colonizado estas lagunas.

ANELLAMENT AL DELTA -CLICA

ANELLAMENT DE FLAMENCS

 

 

 

 

 

 

 

 

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